Rock and Roll All Nite

-En absoluto -respondió Ediel con aparente sorpresa-. Creo que mi aspecto os está dando algunas ideas harto erróneas sobre mí. Aunque, muy a mi pesar, mi imagen pueda resultar un poco imponente, puedo asegurarte que no sé servirme de tales prácticas.

Una suave risita, agradable, convincente. Estudiada.

-No tengo interés alguno en conocer vuestros secretos.

-Tío, pues tiene que ser súper interesante... Yo siempre fui muy manca con esas cosas. Ni siquiera lo conseguí con la oclumancia...

Por lo que decía Ediel, parecía como si no fuese la primera vez que causaba tales impresiones. Pero claro, es que lo ponía a huevo con su sonrisita de Gioconda...

-Desde luego, tampoco es que haya alguien que tenga interés alguno en conocer mis secretos... Bueno, creo que ni siquiera los tengo... Aunque quizás lo que pasa es que lo he malinterpretado todo, y que en vez de tener sonrisa de "conozco todos vuestros secretos" tienes una más bien de "conozco secretos que ninguno de vosotros conoce" -Sigrid rió tontamente, en verdad sólo estaba diciendo lo primero que se le venía a la cabeza, pero sonaba divertido- ¿Has descubierto el significado de la vida? ¿O la receta de galletas de Henrieta?

-Sería sin duda un gran avance, aunque un desperdicio en mis manos. Soy desastroso en la cocina –contestó entre risas. Continuando con la pantomima, actor nato. Suspiro-. Si conociera tales cosas, lo más probable es que no estuviera aquí. Podría ser muy conocido o tener a mi disposición cosas que no podríais ni imaginar… Pero probablemente estaría muy solo –encogió los hombros con naturalidad-. Si esto responde a tu pregunta: no, yo tampoco conozco del mundo mucho más que vosotros.

La conversación era divertida, pero rara de cojones. Aunque bueno, esa era exactamente la misma impresión que tenía del profesor de Runas.

-Pues no creas, yo conozco bastante mundo aquí donde me ves... Pero bueno, lo importante es que no tienes que preocuparte mucho por lo de estar solo. Si supieses las recetas de Henrieta y te hicieses un chef famoso yo te seguiría al fin del mundo.

-Me halagas, a pesar de que mis galletas probablemente acabaran chamuscadas. Quizás esa sea la razón por la que… Oh.

Por la puerta del bar y entre el resto de la clientela, Eugen y el profesor de astronomía se abrieron paso hasta la mesa. El frío de fuera les había dado un cambio de aires. Y a Eugen, por su parte, un cambio de actitud.

-Ya estamos de vuelta, sentimos la tardanza –mientras se acomodaba de vuelta en su asiento, se percató de lo desolada que estaba la mesa-. ¿Y Boris y Michael? ¿Están bien?

Las cejas de Sigrid se alzaron ante la pregunta del guardabosques.

-¿Qué dónde están? -Risa estrepitosa seguida de una mirada sugerente.- En el baño. Y están tardando.

-Em… Oh. -Letze se sonrojo un poco, perplejo.- “No puede ser lo que estoy pensando.” -Miró a Sigrid y al profesor Natarov, deseoso de que le dijesen que se estaban equivocando, pero aquellas caras…- Vaya. B-Bueno…

-Tranquilo, Letze, que sólo es una broma -dijo quitándole hierro al asunto con unas risas-. De verdad chico, que cualquier cosa te saca los colores, ¿eh? Pero ya trabajaremos en eso otro día. Yo no sé a Michael, pero a Boris por lo menos le tiran dos tetas más que dos carretas, si lo sabré yo, que no se me escapa una... -sí, estaba recordando el encuentro en la biblioteca, y miró a Ediel alzando las cejas.

"¿Eh?"

-Desde luego que no, aunque el muchacho parecía bastante abrumado por la situación... -Ediel le devolvió la mirada a Sigrid, con un gesto sutil aunque similar con sus cejas-. Hablo de hace unos momentos, por supuesto.

"No sé si es lo que creo o..."

Eugen frunció el ceño, como si hiciera un gran esfuerzo por deducir lo que ocurría evitando llegar a conclusiones precipitadas. Se inclinó ligeramente hacia Letze y le habló con un susurro:

-¿Me he perdido algo?

El acercamiento y susurro de Eugen le causó un muy leve respingo que al momento disimuló. Se aproximó intentando que el otro par no se percatase de su vergonzosa charla.

-Yo, es que...

"¿Es que qué Letze? Me fui demasiado pronto como para saber nada. Vale que estaba tapandome la boca y eso no significa que no mirase ni oyese a los demás, pero... Joder... Sigrid suena convencida, pero ¿Natarov?" -Observó esa taimada sonrisita con aquel toque fresco y socarrón.- "Ya verás. El que va a quedar de crío mal-pensado voy a ser yo por apresurarme. Aunque... Llámalo intuición..."

-Emm... No sé. A-A mi mejor no me preguntes... E-Estuve fuera ¿verdad? N-No sé nada. -La frase la acompaño un movimiento de manos y una actitud ridículamente esquiva.

-Ya, sé a lo que te refieres -le dijo asintiendo convencida a Ediel-. Está más claro que el agua. ¡Fiebre mis ovarios! A esos les han tocado las afrodisíacas. Por lo menos a uno, vamos... Pero de ahí a estar liándose con Michael hay un paso muy gordo.

La verdad sea dicha, sólo de imaginárselo, Sigrid estaba partiendo el culo de la risa. Como si Boris pudiese liarse con otro tío. Claaaaarooo.

-Si es así y resulta que tienes razón, tendrá que estar más salido que un mandril, y tendremos que quejarnos a los fabricantes por la intoxicación que le haya nublado el juicio.

-Quién lo diría con lo nervioso que estás... -añadió Eugen en voz baja y una última mirada de sospecha al profesor, antes de centrarse de nuevo en lo que ocurría en la mesa.

-No nos precipitemos, quizás el chico descubra nuevas experiencias y expanda sus horizontes -respondió Ediel con una risilla-. He de decir que parece un muchacho bastante espabilado... Además, aún sois jóvenes y no hay nada de malo en aprovechar las oportunidades que se os presenten. Aunque, ¿quién soy yo para hablar? Sólo son hipótesis...

Letze estaba demasiado angustiado con sus ideas como para molestarse siquiera por el comentario de Eugen.

"¿Qué ha dicho? ¿QUÉ ha dicho? No puede ser... Pero si parecía tolerante..." -Su cabeza comenzó a funcionar independiente de lo que decían en la mesa, tomándose las cosas por donde no debia.- "No le gustan los... Pero a mi me gustan los... Hombres... Pero eso es un problema. Yo... Bueno, da igual ¿no? Su problema es porque... Porque no voy a cambiar por ella..."

Se había prometido a sí mismo animarse y no sensibilizarse demasiado con lo que sucediese, así pues intentó ocultar su decepción y tristeza lo mejor que pudo.

"Si Turull me viese ahora mismo, estoy seguro de que me pegaría una torta por inútil y luego una palmada por lo que voy a hacer."

Respiró hondo y se volvió hacia Eugen y le susurró muy, muy cerca del oído asegurándose de que nadie más le escuchase:

-Q-Qué... Boris y Michael se tomaron el fruto a-a-... afrodisíaco y están... Debaten sobre si hacen... -Tragó saliva. Qué duro le resultaba.- Sobre si e-e-están haciendo... c-cosas. Cosas g-guarras. En el baño... O no.